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ENTREVISTA ¬ Nuestros niños sufren la estúpida idea de la soledades buscadas: Vico

14/03/2024 - 1:22 pm

David Pastor Vico habló con SinEmbargo sobre Era de idiotas, su más reciente libro en el que habla de cosas incómodas como “la desconfianza en los otros, la repetición autómata que sustituyó a la inteligencia, el individualismo que por fin nos explotó en la cara tras la pandemia, la precaria educación de las nuevas generaciones, la apatía, los índices de suicidio o para hablarte de un futuro asegurado tan solo para unos pocos”.

Ciudad de México, 14 de marzo (SinEmbargo).– “Idiota. Del griego idiṓtēs. Usado para referirse a cierta condición egoísta de algunos ciudadanos, aquellos que no se ocupaban de los asuntos públicos, sino solo de sus asuntos particulares. Hoy, a esta condición la llamamos individualismo”, se lee en la contraportada del más reciente libro de David Pastor Vico, Era de idiotas (Planeta).

“Este libro es una pedrada, es un grito, es un enfado, que los filósofos también tenemos nuestro orgullo y nos enfadamos, entonces yo este libro lo he escrito enfadado y creo que en alguna parte del libro se transmite y se puede escuchar mi crujir de dientes y yo espero que haya gente que cuando lo lea que también se enfade, y que busque a ver si estoy equivocado, a mí me encantaría estar equivocado, te juro que yo deseo estar equivocado en este libro”, comentó el filósofo en entrevista con SinEmbargo.

Vico, como se le conoce a este divulgador y profesor de la UNAM, expuso cómo hay una tendencia económica marcada en todo el planeta que ha puesto énfasis en la necesidad de los individuos por encima de los colectivos. “En los 300 mil años de humanidad las sociedades han sido todas moleculares, incluso grandes sociedades construidas en las islas griegas tenían su propia moléculas, estaban por un lado las clases dirigentes, por otro lado estaban la clase los guerreros y los guardianes, por otro lado estaba la base de los artesanos, en el medievo teníamos esta modularización social de los gremios, en el mundo precolombino exactamente igual, o sea, había toda una serie de estratificaciones sociales, y hoy en día resulta que todos creemos que pertenecemos a una misma clase, a la que llamamos clase media”.

En ese sentido, ahondó que hemos establecido como una de las características de esta clase media el individualismo, “la clase media aunque vivan en unos condominios no tienen por qué conocer a sus vecinos, no tiene por qué compartir tiempo con ellos, claro, eso está muy bien cuando somos adultos y nos subimos a ese tren de vida, pero de repente aparecen las víctimas, y las víctimas de este tren de vida no son los adultos sino son los más jóvenes, quienes empiezan a sufrir esa realidad social que implica ser un clase media egoísta, eso es la definición de individualista, de idiota”.

“Yo lo único que digo es que seamos conscientes de que como adultos ya no vamos a cambiar, eso es importante, los adultos ya no cambiamos, tenemos el cerebro demasiado duro, pero sí es cierto que a las nuevas generaciones tenemos que darles la oportunidad de no repetir el modelo, nuestro modelo, y que se puede hacer de manera fácil, y por qué se puede hacer de manera fácil, pues porque nuestra biología es igual que la de hace 300 mil años, y nuestra biología responde a las mismas necesidades, todos los niños quieren jugar con otros niños, todos los niños quieren ser felices y pasar tiempo con sus amigos, todos queremos estar con otra persona”, expresó Vico.

David Pastor Vico habló con SinEmbargo sobre Era de idiotas. Foto: Viví Rodríguez / Cortesía Grupo Planeta

Y ahondó: “es esta idea estúpida que hemos abrazado de esta soledades buscadas que queremos diferenciar y distanciarnos de los demás por alguna cuestión de privilegio estúpido el que ha hecho que estos niños dejen de compartir tiempo y ellos sufran una soledad no deseada, por que ellos no saben lo que es estar con otros niños, que es algo que también me duele muchísimo”.

David Pastor Vico cuestionó que a las nuevas generaciones se les acusa de que no aguantan nada, que tiene la piel muy fina, “pero no hacemos una crítica real, que es lo que trata la filosofía: cómo disocias a los jóvenes de la educación que tú le has dado, no pueden disociar, es que esos jóvenes con lo que nos metemos y a lo ques insultamos los hemos educado nosotros en este nuevo sistema atomizado de una sociedad completamente desestructurada y desconfiada uno de los otros”.

“Si realmente asumimos que lo que dice el libro es cierto, que es que los niños ya no juegan, si estamos en el lugar de posibilitarlo, hagámoslo, y en el libro al final, el último capítulo es la patada voladora, en el último capítulo explico que la violencia no es la culpable de la desconfianza en México, no es verdad, la violencia no es la culpable, la culpable es la desconfianza, hemos dejado de confiar y al dejar de confiar hemos hecho que los espacios que son públicos, la polis, nuestros espacios de relación humana queden vacíos por encerrarmos en nuestras casas, y entonces los malos son los que han ocupado esos espacios, se han adueñado de la calle, y han hecho la ley de la selva, o la ley de sus pistolas. Debemos de reivindicar nuestros espacios como ciudadanos”, expresó en ese sentido.

Vico expuso que los adultos deben poner los medios suficientes para no contaminar tanto a nuestros jóvenes. “Son cosas fáciles: que salgan a conocer a los hijos de sus vecinos, que salgan a jugar con ellos, que entren a la casa de un vecino si es que la calle es peligrosa, que nos sacrifiquemos por nuestros hijos, de eso ha tratado las paternidad en los últimos 300 mil años, pero los padres no se quieren sacrificar, dicen ‘por qué tengo renunciar a mi vida por tener un hijo’, no hay mayor ejemplo de egoísmo y de idiotez que eso, alguien que tiene hijos, pero que no quiere renunciar a su vida. Una sociedad fragmentada pierde la capacidad de responsabilizarse”.

Obed Rosas
Es licenciado en Comunicación y Periodismo por la FES Aragón de la UNAM. Estudió, además, Lengua y Literatura Hispánicas en la Facultad de Filosofía y Letras.
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